lunes, 20 de junio de 2011

28-05-11

                    Lo más cómico de esta situación, derivada de las sanciones que le ha aplicado el gobierno de EEUU a Pdvsa, ha sido la confesión inconsciente que acaba de hacer Nicolás Maduro, en su condición de ministro de Relaciones Exteriores, en el sentido de que afirmó que la industria petrolera sólo exporta 1 millón 200 mil b/d de petróleo a EEUU; cuando el gobierno daba por un hecho en todos los escenarios que eran 2 millones 200 mil b/d, y esto fue algo que lo sostuvo desde el paro petrolero de 2002, una vez que Pdvsa pasa a manos de la burocracia “rojo rojita”; para dar a entender que esta acción huelguística, promovida por lo que se conocía entonces como la nómina mayor de Pdvsa, no le había hecho mella de ninguna especie a la estatal; aun cuando los economistas de la oposición señalaban aquella primera cifra como la real, en cuanto a exportaciones se refiere, y esto porque la tomaban de los informes de la OPEP, y de la Agencia Internacional de Energía, donde si estaba establecida como tal.
         De hecho, esta es la otra razón también por la cual el precio del barril en el presupuesto está calculado en estos instantes a 40 dólares, en tanto que va por los 100 dólares; es decir, para tener un margen de maniobra con las estadísticas, en ese sentido, lo que en otras palabras significa maquillar cifras. Sin embargo la demasiada omnipresencia del soberbio lo lleva a tener sus arrebatos, y es cuando en un arranque de furia y de exaltación, en el caso de Maduro gratuita, es decir, sólo para justificar su cargo, suelta prendas de ese calibre, y lo que tantos años ha llevado mantener enmascarado. Es aquí donde se le observan las profundas lagunas mentales que presenta este ex conductor de un autobús del Metro de Caracas, con respecto a lo que es la estructura de gobierno, y su política propagandística, que es donde más descansa la estrategia gubernamental, y así se pierde en el todo del mismo. ¿Cómo es posible que no recuerde que esa es la cifra que ha manejado el gobierno, en cuanto a exportaciones a los EEUU?
         Pero al menos para esto ha servido esta decisión de nuestro vecino del Norte, habida cuenta de que se ha considerado la misma como un gesto propio de la arrogancia imperialista que siempre ha caracterizado a EEUU, que no ha ido más allá de una simple advertencia; porque este país está consciente que no puede vivir sin el petróleo de Venezuela, y así ambos no pueden más que pasar de simples amagos.
         Puesto que el chavismo sabe que no puede venderle petróleo a quien le dé la gana. He allí uno de los elementos que caracterizan nuestra relación de dependencia con EEUU. Este fue un país que se preparó para llevar a cabo una sinergia con el resto de los países de la América Latina, a propósito de esa situación de dependencia, y así EEUU desarrolló su industria petrolera pensando en la composición del petróleo de Venezuela, que es un crudo muy pesado. Hay un tipo de refinería en esa nación que sólo procesa crudo venezolano, y es lo que tendría que instalar en aquel país nuestra industria petrolera, caso de romperse ese acuerdo comercial con EEUU, como se jactan de decir los voceros de oficialismo, que en su defecto pase a recibir nuestras exportaciones; lo cual lo veo dudoso desde el punto de vista del margen de lo que nos demanda EEUU; que así como es el país más contaminante del planeta, también es el país más industrializado, por lo que requiere de una energía unas cinco veces mayor, que sería el estimado de acuerdo a la dimensión de su potencialidad, a la del resto de las potencias mundiales, para no incluirnos los pueblos del Tercer Mundo, de modo que para empezar por ahí, ningún otro país en este momento está en capacidad de demandarnos 1 millón 200 mil b/p diarios de petróleo.
         Claro, esto lo dicen de la boca para afuera; si partimos del hecho de que así como el vocero del gobierno de los EEUU expresó que se sancionaba a Pdvsa por venderle; no gasolina, sino un derivado del petróleo, que contribuye al proceso de enriquecimiento del uranio, a Irán; pero que la estatal podía seguir vendiendo gasolina en su territorio; tampoco el gobierno venezolano ha mostrado su disposición a cortarle el suministro petrolero a dicha nación, y es lo que ha dado lugar para hablar de hipocresía en este caso.
         Alguien hacía ver que esta situación le ha caído en gracia al gobierno chavista; no sólo por ese chantaje en que han incurrido, colocándonos a los opositores entre la espada y la pared, si no nos pronunciamos en contra de estas sanciones, so pena de acusarnos de antipatriotas, y cuyo propósito no persigue sino hacernos callar; sino también por eso, es decir, porque el hecho ha dado lugar al desarrollo de protestas y de marchas, que hemos presenciado en estos días, que más parecen ferias rojas rojitas que otra cosa, y donde lo que se ha exaltado ha sido un patrioterismo muy acartonado; mientras hay un país que se despedaza, y que es lo que se quiere ocultar con este tipo de acción: este es un gobierno que no ha dado la talla, y que conduce a Venezuela al colapso total. Chantaje en el que ha caído la Mesa de la Unidad Democrática, como otro alguien también lo apuntaba, al verse en la posición de condenar esta sanción. Pues aquí lo que se pretende es que uno asuma, como esos padres que alcahuetean a sus hijos de mala conducta, las truculencias de nuestro teniente coronel en materia de política exterior; porque no es verdad, como dice Maduro, que nosotros podemos venderle gasolina y otros derivados a quien nos dé la gana, si tenemos presente que esta es una disposición de las Naciones Unidas, de la cual es signataria Venezuela. Incluso, si nos atenemos a lo que dicen los voceros del gobierno de EEUU, ya en los primeros meses de este año se le había advertido nuestro teniente coronel lo que le venía, en esa materia: una advertencia, en resumidas cuentas, eso es lo que ha quedado, y la incertidumbre que queda es lo que podría venir después.

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