lunes, 30 de mayo de 2011

15-05-11

                Esto de la rodilla de nuestro teniente coronel es algo que ha venido a resultar muy sospechoso; partiendo del hecho mismo de lo comediante que es este hombre, y el provecho mediático que le hubiera sacado a la circunstancia de presentarse en muletas a la cumbre, que tenía planteada con su homóloga de Brasil. No hay nada más dramático que ver a una persona en un par de muletas, y que es lo que se presta para el exhibicionismo, en ese sentido. ¿Acaso no hubiera llenado de satisfacción, a propósito del narcisismo de nuestro teniente coronel, verse en las gráficas de los medios de comunicación del mundo entero, apoyado en un par de muletas de la más novísima tecnología?
         Ya ha trascendido que en Brasil lo esperaban las avispas alborotadas, dicho en términos metafóricos, a propósito de una cuenta que hay pendiente entre él y la señora Wilma Roussef, y cuya revisión ha venido siendo diferida, en la medida en que este señor le ha rehuido a un encuentro con la susodicha, alegando diversas razones, como ya hemos visto; yo hablo de unas avispas alborotadas porque por ahí estarían los periodistas también; que de inmediato le sacarían a relucir la misma, por la que tanto ha salido en estampida, y esto porque nuestro teniente coronel no sabía que se metía en camisa de once varas a partir de ese acercamiento suyo con el régimen de Irán, no sé si a instancias de Fidel Castro, que es el que dicta la política exterior de nuestro país, o si por la seducción que ejerce sobre él Mahamud Ahmadineyad, teniendo presente la atracción que siente por sujetos malos de la calaña del jefe de Estado iraní, y debido a su visión de mundo demasiado infantil, diríamos en este caso; de modo que hoy en día está seriamente comprometido, acusado en el país carioca de haber facilitado la entrada  de un famoso terrorista de la causa iraní, que en este caso sería la revolución chiita, a su territorio en forma clandestina; trayéndole primero a Venezuela de incógnito en un vuelo muy secreto de un avión, que partió de Teherán rumbo a Caracas, directamente, habiendo sido negada la identificación de su tripulación y de sus pasajeros a la INTERPOL, una vez que aterriza la nave en el aeropuerto de Maiquetía, y lo que se supone es que el terrorista entró a Brasil, aprovechando nuestra frontera por el sur, y quien sabe si escoltado por la propia guardia nacional nuestra, como se acostumbra ahora en Venezuela con este tipo de sujeto; lo cierto es que las autoridades brasileñas dieron con él, en plena actividad organizativa de sectas islámicas en esa región de la América Latina, de acuerdo a los planes del régimen iraní de los que hemos hecho mención; habida cuenta de que la figura de este terrorista viene siendo muy monitoreada, y no cae en sus manos por cuestiones del destino, pero si hubiera sucedido este hecho hubiera sido más comprometedor para nuestro teniente coronel. A este paso que vamos nosotros nos vamos a ver envueltos un día en un conflicto internacional de gran envergadura, y sin que la ciudadanía tenga que ver para nada en el mismo, como consecuencia de estos amigos tan extraños que se busca nuestro teniente coronel en el extranjero.
         Es así como se había venido cayendo en la especulación, en lo que atañe al comportamiento que ha adoptado la señora Roussef frente a nuestro teniente coronel, desde que asumió la jefatura de Estado de la nación vecina, en comparación con el que le prodigaba el ex presidente Lula; porque enseguida se notó la distancia que aquélla le puso, y esto que Roussef viene de los sectores más radicalizados de la izquierda brasileña; muy proclive a mirar con buenos ojos el populismo de nuestro teniente coronel, como ocurría con el propio Lula; quien llegó a decir que Chávez era el mejor presidente que había tenido Venezuela en los últimos tiempos; para la indignación de todos los venezolanos, quienes a partir de este momento vimos en este señor a un sujeto muy oportunista, mejor dicho, muy aprovechador; aunque por supuesto, no con el exceso de un Fidel Castro o de un Néstor Kirchner, quienes sí le meten la mano en el bolsillo a nuestro teniente coronel en forma descarada. Con lo que la presidenta Roussef demuestra, por lo demás, que pertenece a esa corriente socialista, donde se inscribe, sobre todo, la ex presidenta de Chile, Michelle Bachellet, y quien asimismo no dejó de mantener a Chávez en la raya, y en todos los sentidos, puesto que éste es de lo que se pasan en el trato con sus homólogas, en especial, en las grandes cumbres presidenciales, como se lo hizo ver un día Alan García, y esto porque había comenzado su discurso  dirigiéndose, en primer lugar, a la “hermosa Cristina (Kirchner)”, sin tomar en cuenta que estaba frente a una mujer casada; como fuimos testigos un día del manoseo y besuqueo que agarró con la propia Bachellet, recién estrenada ésta en la presidencia de Chile, en la ocasión de otra cumbre mundial, y donde dio pena ajena, a propósito de aquel espectáculo que ofrecía: una especie de galán presidencial encima de aquella señora, y sin comprender que era una mujer de Estado, y no una camarera, como esa que le hizo perder la cabeza al presidente del Fondo Monetario Internacional, el economista francés Dominique Strauss-Khan, potencial presidente de Francia, y quien acaba de echar por la borda toda su carrera, acusado de abuso sexual a una empleada de un hotel de Nueva York, y con el perdón de la digresión.
         Era algo así lo que uno se esperaba, con motivo del aplazamiento de su viaje a Brasil, sin concederle el beneficio de la duda al cuento de la rodilla. Imaginaba que el protocolo de la cancillería de Brasil le había impuesto una serie de reglas a nuestro teniente coronel, en lo que se refiere al comportamiento que debía mantener frente a la presidenta Roussef, que también es una mujer soltera; de modo que herido en su vanidad, había terciado el asunto. Resulta que es por culpa de uno de sus amigotes.

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